Hábil nadador, el perro de Terranova también recibe el sobrenombre de "el San Bernardo de las aguas" por los innumerables salvamentos, incluso peligrosos, que ha realizado. Fiel compañero de los pescadores de bacalao, es un perro muy agradable, imponente, afectuoso y extremadamente fiel a su amo, excelente guardián de los niños con los cuales gusta jugar largamente sin jamás dar señales de hastío, soportando pacientemente y de buen grado, cualquier cosa que le hagan sus jóvenes amigos.